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sábado, 29 de octubre de 2011

Arriba en el árbol



Vivía en la corteza de un árbol y todo iba bien hasta que llegó el otoño-invierno. Cada mañana sacaba primero una pierna y luego la otra, las dejaba colgar desde el agujero hacia el exterior, como había hecho en verano, y lo que meses atrás era un juego se convertía, con el paso de los días, en un auténtico calvario. Las botas de agua no permitían sacar tan airosamente las piernas como las sandalias o los pies descalzos, además los calcetines de lana se quedaban tiesos, acartonados, no llegaban a cubrir las rodillas; rozando las corvas una y otra vez.

Sin embargo, la chica era testarruda, y se negaba a invernar como un vegetal. Podría vivir en la corteza de un árbol, sí, pero se negaba a dormitar todo el invierno hasta que volviera el buen tiempo.

Así que no le quedó más remedio que empezar a hacer ejercicios de respiración como calentamiento antes de sacar sus lindas y congeladas piernas del hueco redondo y áspero del árbol, que la guarecía durante las noches glaciares. Sus amigos le decían que no se quejara tanto porque los glaciares todavía no habían llegado, pero que sin duda, llegarían. Como veían que las prácticas matutinas de Piernas Locas eran cada vez más arriesgadas le regalaron para su cumpleaños unos enganches para ponerse en las botas para que cuando llegaran las nieves no se resbalara por la caída al vacío desde la oquedad de la corteza hasta el suelo blanco crujiente. La nieve con las primeras pisadas cruje, luego se ensucia y tan sólo resbala.

Pasaron las mañanas, y cuál fue su sorpresa, que a eso de las 8.30, se oían más respiraciones entrecortadas desde los árboles cercanos. No puede ser, soy la única loca que se atreve a vivir dentro de la corteza de un árbol. Te equivocas, le dijo una mañana el árbol de al lado. Puedes repetir eso contestó Piernas locas. Te equivocas, desde que los bancos se adueñaron de las casas, cada vez somos más los que vivimos en cortezas de árbol. Lo que pasa es que antes nos daba verguenza confesarlo, y en verano nadie se dió cuenta, pero ahora con este frío cuesta más mantener el secreto. ¿no te has enterado que empezamos a ser auténticos bosques urbanos?

No tenía ni idea -repuso Piernas locas- pensaba que era la única, ya que para serte sincera no se vive muy bien del todo dentro de las cortezas de árbol, y ahora con la ropa de invierno tengo menos espacio para estirar mis piernas.

Sí, además no se puede invitar a nadie, no hay espacio. Aún así yo estoy agradecido a mi árbol que me guarece por la noche de la escarcha. Me han dicho que en el Parque del Retiro son muchos los que habitan árbol, y quedan a las 6.30 para hacer sus ejercicios de respiración. Luego tienen que esperar a que el encargado de las puertas abra para que puedan salir del recinto. Algunos mientras tanto buscan las migas y las bellotas que no quieren las ardillas. Recogen las palomitas de los niños y niñas que viven en casas, y se las guardan para la hora de la comida.

Sabes que te digo amigo del árbol vecino, que yo me había imaginado un urbangarten mucho más frondoso y abundante. Fluuuuuuuuup, vaya ya he conseguido sacar mis piernas del agujero. Qué tengas un buen día, a ver qué me cuentan hoy las del call center. No me pagan nada, pero como dice mi compañera, al menos estamos claentitas por el día y el café es gratis.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Compartir a Gionconda Belli



Mis queridos y queridas lectores de mis blogs. Tengo el honor de compartir la conferencia de Gionconda Belli en la Fundación de mujeres de El Entredós que se celebró el pasado 8 de septiembre.

Aquí os muestro un fragmentito donde Gioconda nos invita a formar agrupaciones del PIE (Partido de la Izquierda Erótica).


viernes, 21 de octubre de 2011

Salvando a cyclamen


Y no es agua lo que me falta, sino luz.


Podamos la nostalgia,

retiramos las lágrimas que sobran

y entre las nubes,

cazamos al sol.

En unos días vengo a visitarla.


Cada vez que se cierran las ventanas del corazón

la tristeza amarillea los brotes tiernos del cyclamen

y no es agua lo que falta, sino luz.


Dosis masivas de sol de las montañas

agua del río que corre

viento que arrastra al pasado al pasado

velas para honrar a quienes se fueron

raudales de mar salado.


El polvo del camino rojo se desvanece,

acaba.


Bordo con oro al corazón herido
uno, ato, enlazo
pedazos

de luz de cycl_amen.

martes, 18 de octubre de 2011

Por Antequera



Y aunque me vaya a la quinta esencia del mañana

esta España mal madura, mal podrida

me sigue dejando estela.



Este chapapote de política mezquina y obtusa,

este tsunami de economía clasista

nos persigue hasta el fondo mismo de la tierra.


He salido por un agujero verde y me tiran,

pero te juro que, esta vez, la calle

resuelve,

harta de pantomimas de alcantarilla.



Este viento del norte se lo va a llevar todo,

que se limpie el estercolero,

que salga Sol por Antequera.


martes, 11 de octubre de 2011

Ave de paso, paso de aves


Cruzas por la cortina de agua y viento
por debajo del arco de colores de luz.

Entras con la silver spoon on your mouth and
the plastic one at the same time.


Ves la magia del propio bordado,
para encontrar los zapatos que nos esperaban.


Hoy y ayer hemos cruzado
la cortina de agua y viento.

Un arco iris de palabras azules,
verdes y doradas de naranja
contienen el encuentro.


domingo, 9 de octubre de 2011

Free title, indeed


Cuelgo sobre la cuerda los días que pesan

Sísifo me recoge,

comienzo de nuevo con el pie derecho.



Sísifo me recoge,

comienzo de nuevo con el pie derecho.

Cuelgo sobre la cuerda los días que pesan.



Comienzo de nuevo con el pie derecho.

Cuelgo sobre la cuerda los días que pesan.

Sísifo me recoge.