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¿A dónde van tus ojos?
Hace tiempo encontré una mirada vacía en el hueco de una taza. Alcé la vista y estabas leyendo. Abrí mi libro y volaron las avellanas azules que pintó Modigliani, mariposas sin alas que intuyeron un juego de vasos que naufragaban. Cientos de ojos azules ciegos salpicaron el mantel de organza, olas que rompían cada palabra mucho antes de pronunciarla. Seguimos acicalando mañanas de lectura y huevos hervidos.
Hoy, desposeídos del hilo de vida propio del corazón profundo, me siento furtiva, la alegría de ser naranja entera, rompo tú taza y me marcho al mercado. Mueren en el pasillo un rastro infinito de mariposas azules, sin pétalos ... sin alas.
2 comentarios:
Querida Nelken, la música maravillosa, y el relato tan tuyo como siempre. Lo leo y lo leo, una y otra vez, y trato de llegar hasta esa fantasía-realidad que tan bien plasmas en tus escritos. No sé si llego a coger "el hilo" del todo, pero algo debo acercarme porque me gusta lo que siento al leerlo.
Un besito.
Mila
Querida Mila,
Es una historia que salió sin más, ella quería salir y la dejé volar, las mariposas sin alas insisten en querer volar y es lo que hice, dejarlas estar.
un abrazo por acompañarme en la lectura de una sucesión de imágenes que piden ventanas abiertas.
Nel
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