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sábado, 5 de junio de 2010

La cajita de madera de Anita Free



Para darse cuenta de lo que realmente está pasando dicen que lo mejor es darse un golpe, yo me acabo de fostiar hace 35 minutos con el pico de la ventana, al levantarme de forma súbita
del letto protetor con el fin de hacer un pis nocturno fuera de guión. Yo y mis temperamentos, héle ahí, hemos hincado mi cabeza somnolienta contra el pico de la ventana a medio abrir. Esto es empezar bien el verano... ¿Será que me tengo que dar cuenta de algo importante?

Afortunadamente, ya lo tengo todo controlado, pero me estaba acordando de lo que dijiste ayer cuando estábamos en el coche, eso de tener un vecino majete como garantía para vivir más tranquila al estilo single, pero claro, aunque me salga sangue por la cabeza, a estas horas no era plan de despertarle. Por muy majo que sea, son las cinco de la mañana. Todo esto ha sido un poco caótico, tenía alcohol, sí, porque tengo varias botellas de alcohol en el baño, pero no encontraba el resto del botiquín. A la hora de la verdad, no tenía algodón, ni betadine, aún así, mientras me apretaba fuerte mi cabezota con sangre, seguía buscando, algodón, un kleenex... Si tuviera un bastoncillo, en la casa del año pasado los bastoncillos los tenía en el baño en el mueble de la derecha, pero ahora no estoy en esa casa. Joder, ¿dónde tengo los bastoncillos?, ¿en el sótano? o tal vez, ¿los tiré porque está fatal limpiarse los oídos con bastoncillos? El betadine, necesito betadine, el bote chiquitín de emergencia de cuando me fui a Brasil en 2006, mierda, está todo en una cajita de madera monísima en casa de mi madre, no me la traje, al final, con tanta casa, no me la traje. Ya tengo el kleenex, chorrazo de alcohol, me estoy cabreando esto no empapa, no sé cómo es de grande o pequeña la herida, apríetate Anita, apríetate que así no sale tanta sangue. Está bien, tranquilidad, a grandes males, grandes remedios, échate un buen chorro de alcohol, directo en tu linda cabezota que duele, acierta Anita, acierta, joooooder, se escurre, se escurre, no no, al ojo no, idiota no, hoooostia puta: escuece, escuece, mira que voy a tener que llamar a Alex para que me dé algodón y que me diga qué gravedad tiene esto.

Mierda, mierda son las 5.15 de la mañana, el ambulatorio está cerrado, si sigo con la sangue tendré que ir a la Paz, en bici, eso sí, sin casco y apretándome, a ver, ay mastuerza, cómo me escuece el ojo, ah, ah, ya lo tengo: los circulitos antimaquillaje hace tanto que no los uso que no me acuerdo ni de su nombre, los circulitos, los circulitos son como de algodón, mejor que la mieeerda esta de kleenex cutre de semáforo que no empapa. A ver, a ver, ah, lo intento de nuevo, si tendrían que estar aquí los bastoncillos, en estos cajoncitos, anda mira, pero si tengo aquí una movida del kit de emergencia de Brasil 2006, un spray betadine post-moderno que escuece un carajo... Decidido, me lo enchufo y con cuidado porque dos agresiones al ojo pueden ser fatales. A ver, a ver, no llego a verme, el lavabo me impide acercarme lo suficiente, no, por mucho que me espachurre la tripa, no llego, hay que joderse, y son las cinco de la mañana, y todo por un puto meo inoportuno. Bueno, me voy al espejo del salón, porque afortunadamente, en esta casa tengo salón y con espejo. Quiero ponerme hielo, joder, ¿a ver cómo es esto?, ¿tendré que ir al ambulatorio? ¿Abrían a las 8.00 ó a las 9.00? ya no lo recuerdo. Será a las ocho, ¿a ver qué me he hecho?... aaah, uhmmmmm, bueno, esto ya ha remitido, es poco, es un punto, un costrón con la gomina fungicida esta que me he echado. Hostia el ojo está muy rojo, pa mí que se me ha evaporado el alcohol, y el trozo de papelito higiénico ha sido reabsorbido, ¿dónde está? ya no lo veo.

Voy a pasar del ojo, esto está bajo control, por cierto, no me puedo olvidar de la movida del hielo. Rápido, el hielo inmediato empaquetado que me regaló Chusa para la inflamación de las encías, ¿dónde lo puse?, joder, no me acuerdo, ¿en la cocina? Mira a estas horas no me voy a poner a buscar. Pues vaya, mira que no hacer el botiquín de emergencias, mira que en todas mi casas tenía muy claro mi botiquín, en mi cajita de madera preciosa, que me encontré en la calle una navidad, seguro que la botella de vino estaba riquísima, porque la caja es super bonita. Mira, que no, que no lo voy a buscar, simplifícate Anita, esto ya lo tienes controlado, ey! campeona, well done! Nada, nada, algo rapidito, unos hielitos, a ver, sí aquí están, una bolsita para congelar alimentos, en el primer cajón junto al fregadero, qué control Anita, así me gusta, todo controladito, sola en casa, pero todo controlao.

Bueno, va, ya no me duele, voy a poder dormir sin desangrarme, ya no tengo que ir en bici a la Paz a ver pasar las horas, bueno, pues hala a la camita, ... sí, y una mierda, primero voy a abrir la dichosa ventana de par en par y no medio entornada, que mañana me vuelvo a fostiar. Joder, una herida encima de otra herida, eso sí que duele. No, voy a abrir la ventana ya. Anda, pero si tengo aquí a mi pequeño Mac, bueno como ya no me voy a dormir así como así... voy a ver si alguien está conectado a mi blog.... aaah! Qué vida más tonta y vaya pis más gilipollas, la verdad. Mañana quiero recuperar mi cajita de madera, linda y funcional. ¿Será que más que redecorar mi vida las casas se nos acaban demasiado pronto? Al menos a mí. Y ahora a dormir con el hielo en la cabeza para evitar descubrir otras certezas con puntos finales más escabrosos.




10 comentarios:

Mari Carmen Azkona dijo...

Lo primero querida Nelken, enhorabuena por el relato. Has conseguido que sea tan ágil, tan real...que he sentido la angustia de esos minutos que parecen interminables a los que nos abocan los nervios. Todavía me duele el golpe y me late el corazón.

En esos minutos pasan “miles” de pensamientos condensados...y hay tanto que decir.

Me conoces bástate bien para saber que siempre intento ser positiva. Siendo así, siempre pienso que los golpes, independientemente de donde vengan, son lecciones aprendidas. Te enseñan a buscar la medida justa de las cosas, a ser menos impulsiva...o, a hablar y caminar mirando hacia delante.

“¿Será que más que redecorar mi vida las casas se nos acaban demasiado pronto?”

Yo que guardo esencias entre las arenas en tarros de cristal, imagínate lo que pienso sobre cerrar la puerta de una casa para siempre. Sólo una vez he cerrado una puerta y, aunque estoy encantada con el cambio después de adaptarme, fue doloroso. No he vuelto a pasar junto al portal, me duele...dejé recuerdos irrepetibles de personas que no me acompañaron en la nueva etapa.

Ponerse hielo y descansar es bueno y reparador...y el paso del tiempo necesario para que baje la inflamación.

Cuidado con las ventanas ;-D te lo dice quién por correr hasta se tropieza con las pequeñas elevaciones de las baldosas...!Ah! y las esquinas de las paredes son muy traicioneras. Aparecen frente a ti cuando menos te lo esperas.

Miles de besos.

Bihotzez.

PD.
Gracias por traer a Franco Battiato, me encanta. Sus canciones son un buen acompañamiento.
Espero que Ana encuentre el centro de gravedad. Yo la acompaño.

Anónimo dijo...

Concierto-desconcierto...centro de gravedad permanente...golpes...todo seguido, todo mezclado, como la vida misma...Esa Anita es una librepensasadora...a la que no le sale "seguin" por la cabezota...sólo se le escapan inmersiones en sus recuerdos recientes, en su memoria escondida...y una caja...¿no es un tarro?...y venga a salir "sangue" que no para...
Es que los picos de las ventanas son así: no respetan nada.
Anita Free: está muy bien colocado lo que has escrito. Sin orden...pero - al final me quedo con esto de la posible dicotomía - con concierto.

Port

Nelken Rot dijo...

Querida Mariatxu,

Tus comentarios son un pequeño gran regalo en el comienzo y final de una verde mañana. ¿conoces esa canción de Pablo Milanés? Ya no recuerdo si se puede subir desde los comentarios, imagino que sí, lo voy a intentar.

Anita Free es una gran viajera, ella ha logrado desapegarse de los tarros de cristal con arena y de tantas otras cosas. Para mí es un ejemplo viviente de libertad y deseos cumplidos. Personalmente, estoy lejos de Anita Free, mi objetivo es reducir al máximo el equipaje, de todos los tarros de arena quedarme con uno, y así con todo. El apego para quien quiere volar es un ancla.

Los fantasmas se escudan en las puertas cerradas y se hacen grandes, a veces un poco de objetividad, un poco de tocar la puerta y vemos que la herida ya no nos duele. Transformar los malos recuerdos en mojones del pasado sin apego también nos ayuda a aligerar el paso y la gracia al caminar.

Un placer leer tus textos y compartir tu sabiduría en los comentarios.


Muito, muito Bihotzez.

Nelken Rot dijo...

Querido Port por cuestiones de desconcierto temporal, no puedo contestar apropiadamente tu comentario. Tan pronto, tenga un rato, te contestaré adecuadamente.

Existen grandes diferencias entre la caja de madera y el tarro de lo profundo, de hecho la caja es un objeto y el tarro de lo profundo es una metáfora conceptual.

Muchas gracias por ser tan fiel lector y buen comentarista.

Un gran abrazo

Nel

Toñi dijo...

Nelken, gracias a Anita he hecho una limpieza exhaustiva en el botiquín del baño y en el de mi alma. He de reconocer que en ambos tenía cosas caducadas e innecesarias. Después de limpiar, tirar y ordenar me encuentro mucho mejor.

Un buen relato lleno de imágenes y reflexiones. Enhorabuena.

Besos.

Toñi

Nelken Rot dijo...

Port, leyéndote con más reposo decir que a ti tampoco te sale seguin de tu cabecita de librepensador, ¿será que tu motocicleta te aclara las ideas?

Anita Free es un personaje silvestre como las amapolas, lo único que por el momento, que yo sepa, no le ha dado por escribir. Lo suyo es hacer masa para pizzas, pan de horno, construir tejados de paja, dar masajes ayurvédicos, caminar y caminar para consultar al destino cuál es su misión, pero por el momento escribir, no escribe.

Besos de Buenos días.

Nel

Nelken Rot dijo...

Buenos días Toñi,

Qué alegría volver a saber de ti.
Me hace gracia y me parece fantástico que este relato invite a la acción, y nada menos que al repaso interior y exterior del botiquín de emergencias.

Las prisas no nos dejan pero necesitamos mucho Feng shui, no sólo en el baño, sino en toda la casa. Como principio sanador, te felicito por haber entrado en el mundo de revisar para tirar, revisar para guardar.

Ya sabes que Mariatxu es más de preservar esencias, yo me centro más en tirar lo que ya no sirve. Ambas posturas conforman un equilibrio.

¿Vendrás a ver las estrellas en agosto?

Bs de buenos días Toñi.

;-D

Nel

Toñi dijo...

Gabon, Nelken:
¿Sabes que estoy notando los efectos positivos del Feng shui?
Ahora un masaje ayurvédico y como nueva para afrontar el verano. ¡Esta Anita free es una joya!

Me temo que va a ser imposible estar junto a vosotros en agosto.
Tal vez Carmen no tenga inconveniente en dejar un hueco en su mochila para mi sombra.
Esa noche una parte de mí estará junto a vosotros.

Besos.

Toñi

Anónimo dijo...

Entre su mochila y mi almohada tu sombra se sentirá bien acompañada, vaya ripio, jeje.

Ya encontraremos más ocasiones. Bienvenida al maravilloso mundo del Feng shui.

Beijos

Nel

Manuel dijo...

REMEDIO CASERO:

Querida Vera, la siguiente vez que te "fosties" y salga sangre por alguna brecha, sea cual sea la localización exacta, y pese a que - ya se sabe - la sangre "es muy escandalosa", ve tranquila a la cocina, toma un paño limpio, o un montoncito de papel de esos que tenemos en rollos para limpiar cosas.

Haz una pelotita, de tamaño adecuado a la brecha, y ponla sobre la herida. Aprieta, ni mucho ni poco, pero aprieta durante un rato, 5 ó 10 minutos según el tamaño del agujero.

Que no te importe que la sangre haya manchado tu carita: eso se lava con agua. Que no te importen las gotas en el suelo, que también se lavan.

Pasado ese tiempo seguirá un dolorcillo más o menos soportable, pero ya no habrá sangre, ni habrán sido necesarios vecinos amables, ni servicios de urgencias cansinos e inútiles. Entonces puedes limpiar la sangre de los alrededores.

Bueno, eso, ya me contarás.

Un beso.