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martes, 26 de enero de 2010

Donde habite el olvido

¿Dónde está la calle que me recuerde?
¿Dónde está el beso que me diste?
La distancia, ésa sí la conozco.

Los sueños espesos marcan el camino
nombran mi habitat
me entierran bajo la arena
de esta habitación oscura.
La placa de la calle que me recuerde.

Sólo los pies descalzos
pasos y pasos

sobre mi corazón perdido.


Donde habite el olvido. Bécquer/Cernuda

12 comentarios:

Manuel dijo...

Aprende, Nelken, aprende... Los sentido nos engañan a menudo. Es la trampa cotidiana en la que caemos si no andamos espabilados.

Aprende, Vera, aprende. Todo es verdad, todo te engaña. Según tu decidas vivir. Pero sabes que nada ignoras.

Aprende, niña, aprende, de tus pies decalzos, de tu corazón perdido. El príncipe anda liado en otros dragones y las nubes no tardarán en aparecer. Nadie vendrá a darte explicaciones.

Aprende.

Nelken Rot dijo...

jajajaja!! You are right, and now I know. It´s a very old poem. I should have belonged to Writers on the net before ;-D

Pl in here don´t call me V.

Emilio Porta dijo...

Paseaba el olvido
por la tierra quemada
de aquellos que se fueron.
Un viento triste
arrancaba del árbol de la vida
los sueños acabados.

Allí, dormidos,
en la piedra agrietada
de las antiguas tumbas,
los que en tiempos vivieron,
ahora duermen perdidos
en las fechas
que ya nadie recuerda.

Paseaba el olvido
por la senda callada
de aquellos que se fueron.
Y el silencio borraba
su rastro ya lejano.

Emilio Porta

Nelken Rot dijo...

That´s great, dear Port. Thanks.

Anónimo dijo...

Hola Nelken, acabas de producirme un escalofrio: Cernuda es uno de mis grandes favoritos.

Morir parece fácil,
la vida es lo dificil:
ya no sé sino usarla en ti, con este inutil
trabajo de quererte,
que tú no necesitas.
Luis Cernuda.

Un beso.
Mila

Anónimo dijo...

Interesante, Nelken, intenso. Me gusta muchísimo tu poema.
Una pequeña aclaración que supongo conoces pero que no tienes en cuenta: "Donde habite el olvido" se está utilizando mucho como original de Cernuda y no es así. Cernuda lo tomó de Bécquer, aunque su orgullo y su falta de delicadeza le impidieran, cuando utilizó la frase, rendir ese reconocimiento al gran sevillano del que la había tomado prestada . Y lo que pasa ahora es que hay mucho "iletrado pretencioso" mucho "modernito sin puñetera idea", mucho "hijuelo de visor" y mucho "lo gay es lo mejor y lo demás no vale" que ponen a Cernuda por las nubes y desprecian lo que él apreciaba y sabía. Si Cernuda hubiese sido más elegante reconociendo la deuda, tal vez los impresentables actuales hubieran caído en la cuenta, pero aquellas vanidades trajeron estas estupideces.
Algún imbécil he visto yo que insistía en que la frase es de Joaquín Sabina...
Sabrás quien soy, seguro, si no, ya me identificaré.
Un beso
Un beso, amiga.

Nelken Rot dijo...

Me encanta que mis palabras generen poesía porque todos los comentanrios la contienen.

Me encanta que recordéis dónde está el Norte, que repasemos a grandes escritores y que ubiquemos las medallas. Por eso, aunque todavía no identifico a la persona que amplia el registro de la universal frase "Donde habite el olvido", voy a colgar el poema generador de esta entrada, aún sin yo saberlo.

De Gustavo Adolfo Becquer recuerdo con especial placer el poema al arpa. Aquí dejo sus palabras para saboerarlas entre todos.

Un abrazo

Nel

¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.

¿Adónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.

Gustavo Adolfo Bécquer

Nelken Rot dijo...

Bueno, la verdad que yo no soy mucho de contenerme así que aquí os dejo una breve biografía de Bécquer, que para muchos será harto conocida, pero a lo mejor para otros ya está un poco olvidada junto al arpa de la habitación oscura.

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BIOGRAFÍA DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

El romanticismo que atraía a los autores de esa época ya no era el francés, sino el alemán, especialmente del de Hiene; se trataba de un estilo intimista, con mucho más contenido en la forma, que perdía efectos sensoriales para ganar profundidad i emoción.

En este clima romántico tardío surgió la figura de Gustavo Adolfo Bécquer que nació en Sevilla en 1836, hijo de un pintor llamado Valeriano. Su madrina cuidó de él cuando se quedó huérfano, y con ella descubrió su afición a la literatura.

Escribió una zarzuela con dieciocho años aproximadamente en Madrid con la que no logro tener éxito y vivió en la pobreza, colaborando en periódicos de poca categoría.

Obtuvo un cargo muy bien pagado en 1864 de censor de novelas, dónde revisaba las novelas y suprimía las que no se acertasen a la Iglesia.

Julia Espín, la hija de un organista real, fue el primer amor platónico de Bécquer.

Mantuvo una relación de un año con Elisa Millán, que lo abandona por otros hombres.

Con Casta Esteban, la hija de un médico de Soria, tuvo dos hijos, pero esta también lo abandonó.

En 1867 escribió las “Rimas” que se perdieron antes de su publicación en la Revolución de 1868 y tuvo que escribirlas de nuevo de memoria.

Desde 1858 con 22 años, sufrió tuberculosis, y en sus últimos años se fue a vivir a casa de su hermano Valeriano, que era pintor, dónde Bécquer murió el 22 de Diciembre de 1870 a los treinta y cuatro años.

Bécquer fue reconocido después de su muerte. Fueron sus amigos quienes, después de la muerte de Bécquer, recopilaron todos sus poemas i formaron un libro que fue publicado con éxito.

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Y finalmente, uno de mis poemas favoritos de adolescencia. Que ahora al releerlo siento que ha envejecido en formas, y sin embargo, me sigue prendando en su esencia.

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.

¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!

¡Ay! -pensé-. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «Levántate y anda!»

Emilio Porta dijo...

Estas cosas hacen aumentar el acervo cultural general...y amplían horizontes...gracias por el aumento de la entrada, doble firma y hablarnos de Gustavo Adolfo. Sin entrar en la polémica, si que me gustaría saber quien firma el anónimo. Es una opinión defendible y no veo la razón para ocultarse. En general ya sabeis que no me gustan los anónimos no identificables. Aunque quizás Nelken sepa quien es. Yo no tengo ni la más minima idea.

Port

Mari Carmen Azkona dijo...

El olvido, amigo buscado y esperado, o enemigo cruel.
Cuántas veces, esperamos que el tiempo, con su paso, traiga de su mano el olvido y arrastre las penas, odios, desengaños y otras veces, lo aborreces, porque sientes que todos los recuerdos que atesoras, que viven en ti mientras vivas, cuando faltes, desaparecerán como si no hubieran existido.

En cuanto a Bécquer, qué gran compañero fue de mis primeros amores de adolescente y, como no, de mis desengaños. Él adornaba, muy elegantemente, con retazos de sus poemas mi archivador en el instituto.

Un beso, me identifico contigo.

Nelken Rot dijo...

Para mí querida Mari Carmen al olvido amigo, le llamo viento, azote, para que lo arranque todo, sin embargo, al olvido enemigo, creo que no nos debería perturbar y no le pongo nombre. Si estamos orgullosas y orgullosos de nuestro presente en el futuro alguien lo recordará. Decía Kundera que hay varios tipos de eternidad, cuando nos recuerdan nuestros hijos, nietos, nuestros vecinos, nuestro Ayuntamiento o cuando transcienden nuestros actos y nos recuerda la humanidad más allá del ciclo vital de nuestros coetáneos.

Seguramente, Gustavo Adolfo nunca sospechara que el olvido enemigo no le iba a afectar, y fíjate desde el siglo XIX que fue la época en la que vivió hasta ahora que estamos en 2010 todavía sabemos quien fue y nos refugiamos en sus escritos. Maese el organista, otra gran joya...

qué bueno lo de tu carpeta con poemas de tu chico, como decía el cartero de Neruda, la poesía es de quien la necesita.

Un abrazo

Nel

Anónimo dijo...

Nelken, te agradezco el comentario dejado en mi blog. A ver si coincidimos en algún recital. Interesante el poema del Estrecho.
Un abrazo.
Luismi